Comparto un tema que compuse hace algún tiempo, echando de menos a Paco Cinta a la guitarra.
El tema se llama LA BARAJA, y dice así:
Ya no vendrás a verme más,
nunca, jamás.
Borré el rastro de miga de pan,
perdí la señal en la ciudad.
Me iré a un “no lugar”, ya lo verás,
no me quedaré aquí cuajá
como la flor que tengo plantá.
Ya no vendrás,
aunque si vienes,
la puerta estará cerrá.
Y un brujo me dijo la verdad,
que el siempre se volvería jamás.
La baraja no estaba trucá,
la mujer lloraba puñalás.
Compañeros infernales hemos tenido todos, unos más que otros:
Compañeros Infernales
Cuando te conocí andabas herido, pero acostumbrado ya a la cojera y a los dolores.
Creo que fuiste abusado, por eso me temiste.
Asombrados ante la vida perra de tantos hijos maltratados, quisimos hacer de padre y madre de ellos, y acabamos envueltos en todo ese dolor, divorciándonos de facto, como si antes ya nos hubiésemos casado.
Qué maldad me diste, cuánto dolor, tu sangre envenenada por esa incertidumbre que siempre has tenido y a la que has llamado vida, siempre buscando, siempre cuestionando.
Podías haberme querido sin más, follar algunas veces, vernos de cuando en cuando, pero preferiste la herida,
eso que te define tan bien.